Presente y futuro de la izquierda
El siguiente texto va en respuesta a una serie de tuits que le leí anoche a @estadofallidomx.
Aclaro que si bien ese es un espacio de opinión que sigo y respeto, en esta
ocasión sus opiniones me llaman a señalar algunas cosas.
El TRIFE ya falló a favor de Peña Nieto (cosa que sin
duda me horroriza) y lo que la Máscara de Jade entiende como la batalla por el
alma de la cultura social en México, acaba de empezar. En este marco es que @estadofallidomx
hizo varios señalamientos en torno a lo que entiende como la falta de futuro en
lo que él –o ella- llama pejezombies,
sub raza mexicana de reciente creación en la que hoy en día meten hasta a los #YoSoy132,
además de MORENA, PRD y subrogados.
Este es un ejemplo perfecto de cómo es que la “derecha”
ha dominado durante tantas décadas el mundo, a veces dándole espacio a “izquierdas”
extremas como la URSS.
Para no extendernos en un análisis de la historia de
la “izquierda” hablemos de su actualidad. ¿Por qué? ¿Por qué la “izquierda” no
logra ese salto majestuoso que pudiera darle equilibrio y justicia al planeta?
Para no clavarnos mucho, la respuesta la pondremos sencilla. El problema radica
en que la “izquierda” es una forma de ideología que congrega –a veces más, a
veces menos- gente mucho más informada e interesada en los asuntos
socio-políticos-económicos. Y eso de ser informado es, básicamente, una joda. Es
una joda porque eso nos lleva a pensar, cuestionar, criticar y todos esos
movimientos mentales que resultan tan difíciles de dominar. La “derecha” la
tiene fácil. Su único interés, monoideático y lineal es esa mezcla de poder y
dinero… fin… no hay más. Es su búsqueda monolítica, cosa que facilita mucho su estructuración
por lo simple que es. La fusión entre capitalismo e individualismo crea una alquimia
muy sencilla. Mi interés es ser poderoso
y rico. Yo trabajo para mí y colocarme “por encima” de los más que se pueda es
un signo de éxito. Entre menos encumbrados seamos, más exitosos somos y nos
juntamos a beber y a jugar golf jactándonos de eso. Y además, por si algo
falta, es designio divino tons… a ver, discútanle a dios.
Siendo tan vulgar y simplona esa línea de pensamiento,
la “derecha” es capaz de alinearse sin mayor problema porque nadie cuestiona,
cosa que NO pasa en la “izquierda”. Si lo analizamos hoy, solamente en estas
reacciones en contra de la imposición (sí, la máscara afirma que es una
imposición la de Peña Nieto), tenemos un abanico de grupos casi ridículo. Están
los que creen que haciendo un performance frente a Televisa el asunto puede
cambiar, está los que quieren ser imaginativos con sus protestas, están los que
quieren marchar diario, están los que quieren irse a los putazos, están los que
quieren irse contra los bolsillo de los corruptos y le seguimos así hasta llegar
a los que quisieran matar a todos los poderosos, con hijos y nietos incluidos
pa’ que no se les ocurra crecer como sus padres.
Más allá de debatir quién está “bien” y quién está “mal”,
aquí el punto es señalar lo profundamente contraproducente que pude ser el
contraponerse entre miembros de una misma vertiente, sobretodo cuando la otra
funciona homogénea y a tiempo cuál fino reloj suizo. Y no es decir que es un
ERROR señalar lo que no nos parece o es incluso absurdo desde nuestro punto de
vista, la cosa es preguntarnos ¿Con qué sentido lo hacemos? Si uno lo analiza,
es sorprendente ver como hay muchos que cuestionan buscando mejorías en las estructuras
de lucha social pero en muchísimas ocasiones se logra atisbar un dejo de satisfacción
en las críticas a los diferentes “”fracasos”” de otras alas de nuestro
movimiento. Por ejemplo, este término de pejezombies.
Siendo usado por gente de izquierda… ¿No termina por ser como cuando un
mexicano le dice indio a alguien? ¿Qué sentido tiene usar el término? ¿Es un
error per se el que quieran o
queramos a un líder específico en presidencia? Esa es una crítica muy
frecuente. Se pide que no acudamos a caudillismos o protagonismos. De entrada
la pregunta es qué movimiento social carece de personajes visibles y destacados
como sus cabezas. ¿Y si uno no está de acuerdo con absolutamente todo lo que,
en este caso, dice AMLO? ¿Realmente es un elemento que nos deba alejar de
manera definitiva? Es que reconoció a Calderón, es que es violento, es que es
demasiado tibio, es que lo de Reforma fue un error, es que lo de Reforma fue
muy poca cosa. ¿Recuerdan cuando hacíamos trabajos en equipo en la escuela? Si
eso era un verdadero problema de organización, ahora pensemos en un movimiento
mundial o al menos en el país.
Sí, es verdad. Apelar a entender esas cosas y pedirle
a la gente informada que actúe como masa homogénea sin chistar es un ideal, una
utopía, ¡vaya! Una mamada. Pero si no somos capaces de al menos guardar la
mínima distancia de respeto con los que piensan diferente, la maquinaria del
otro lado nos seguirá aplastando. Y no se trata de guardar silencio pero de
entrada deberíamos intentar ubicar la diferencia existente entre ataque y crítica.
De no hacerlo, jamás lograremos acceder a la verdadera instancia que nos daría
chance de llegar a algo… el convencimiento. Las quejas y señalamientos de lo
que está mal es sólo la mitad del camino y fácilmente puede caer en el terreno
de lo obvio y por ende, inútil. La propuesta debe de llegar de la mano de eso.
La propuesta estructurada y abierta a otras opiniones que NO se vean como
enemigas, si no complemento.
Y pensando en lo anterior, sin duda creo que el
análisis crítico de @estadofallidomx fue desmesurado y muy poco constructivo
pues simplemente no le vi sentido alguno. Sin embargo creo que sigue y seguirá
siendo un espacio formidable para enterarse de como se desangra el país. Y por
ello creo que en lugar de engancharnos con las críticas en sí, deberíamos de
intentar explotar más ese tipo de focos de información para generar otras
cosas.
Personalmente creo que la utilidad de despotricar
contra lo que sucede esta caducando rápidamente y debemos pasar a la acción.
Creo que hacer festivales y marchas ya no produce nada en caso de mantenerse
ahí. Si bien se debe tener cuidado porque nos enfrentamos a represores y
asesinos profesionales, podemos comenzar
intentar cuestiones mas creativas y sobretodo efectivas. Acciones como
lo de las casetas, tomas de palacios municipales, boicots, etcétera, parecen
tener mucho más impacto, al menos la historia así lo indica. Pero también
debemos hacer un movimiento que busque aglutinar fuerzas. Si alguien cree que
es vía artística el cambio, invitémoslo a hacer su performance en lo que otros
dejamos pasar automóviles sin pagar en las casetas. El chiste es jalar parejos.
Y puede sonar perfectamente cursi el planteamiento pero a final de cuentas, si
nos enfrentamos al poder arrasador y sin alma, acciones y formas de pensar así ¿no
serían su perfecto contrapeso? Somos diferentes, actuemos diferentes. Si lo que
quieren es agarrarse a madrazos con los granaderos, ubiquemos los momentos. Que
no sean en convocatorias de otro tipo de actividades y ojalá nos tomáramos
veinte minutos para intentar hacerlos bajar las armas antes de mentarles la madre
hasta el cansancio. Hay que encontrar la forma en que coexistamos porque
precisamente eso es lo que nos diferencia de esos que nos despedazan con el
poder en la mano. Si logramos criticar y ser leales entre nosotros, estaremos
cerca de la posibilidad de lograr algo, de lo contrario, podemos seguir
haciendo lo que siempre hemos hecho… sobrevivir.