martes, 3 de enero de 2012

Elecciones 2012... listos?


El año nuevo llegó y con él, la última llamada para México y los mexicanos.  Luego del bonito tráiler que tuvimos en la recta final del 2011, es hora de que nos enfrentemos al show de verdad. Los actores son los de siempre.
Por un lado, la maquinaria. Los medios ya están listos para apoyar a su candidato Peña Nieto y prestos están para defenderlo, incluso en las situaciones más increíbles, increíbles al menos para aquellos que tienen un par de dedos de frente. El año pasado terminó por ponernos en contexto. La “periodista” Adela Micha nos dejó boquiabiertos con aquello de que “leer es irrelevante pa’ gobernar”, situación que fue aún más sorprendente que la ausencia absoluta de nalgas de la misma conductora en cuestión (no es la intención burlarse, simplemente a su servidor le parece un hecho fuera de este mundo). Y ese será el tenor, apuntalado claro por la maestra Elba Esther, de quien tanto sabemos que sería redundante citar las bajezas y corrupciones que se dispone a hacer rumbo a las elecciones.
Del otro lado tenemos a la desesperada franja panista que sigue teniendo a su mejor gallo en la persona de Josefina Vázquez Mota. Y decimos que es la mejor porque… bueno… Creel y… el otro, el pelón…  si tenía nombre… ¿no?... Lo malo del caso (para ellos)  es que la plataforma ideológica de Josefina es simple y llanamente que no es ni princesa ni esclava, es simplemente mujer. No mujer brillante, no mujer capaz. Básicamente sólo se aferran a los votos que pueden salir de las feministas que jamás entendieron el feminismo y buscan identificación vía género y no vía ideología. Pero resulta que eso también es parte del cuadro.
Y en la otra esquina, AMLO. Pero analizar a Andrés sólo como persona, quedaría corto. Si bien a su servidor le sigue pareciendo la mejor opción por mucho (ojo, la mejor, NO el menos peor), aquí tenemos que anudar el papel que juega la ciudadanía. Y es que el fenómeno de MORENA no puede quedar reducido a una sola persona pues es en estas siglas en donde se sintetiza el deseo de cambio de millones de mexicanos y la responsabilidad de ser el ojo vigilante que esté muy atento a dos cosas. Uno, que se respete su voto y dos, que ganando las elecciones, se verifique que todo lo dicho se cumpla. Las buenas ideas no llegan a ningún lado si no tienen a alguien revisando que se lleven acabo.
Mucho se ha dicho en torno a lo que viene y muchas cosas más podremos ver y analizar en los siguientes meses. Pero aquí creemos que lo más relevante por el momento es darnos cuenta de que esta es la llamada final, el acto principal en la historia del México moderno y probablemente en la historia universal –si tomamos en cuenta todo lo que ocurre en el orbe -. Ya no hay pretextos porque ya no habrá más oportunidades, al menos no de aquí, a treinta años. Así que… ¿estamos listos para semejante responsabilidad?